Desde hace un par de días parece que la primavera ha hecho su entrada en Oslo. Después de más de 2 meses sin sol, pero cuando digo sin sol, es sin sol, osea que ni intuirlo en el cielo, bueno y sin luna y sin estrellas. No ha sido muy terrible, pero como todo, cuando se hace muy largo te empieza agobiar, y las últimas semanas ya era una sensación de opresión. Pero, por fin el cielo se ve azul y el sol calienta, las primeras flores empiezan a brotar y te invade una sensación de libertad y alegría que puedes ver también en las caras de los demás.
Pero a pesar del mal tiempo, he disfrutado del tiempo de invierno, aquí podéis ver un pequeño resumen.
Un beso.
Viaje a Tromsø
Grupo de Biodanza
En los bares
Alrededores de mi casa
Meriendas
Paseos por el bosque